Y Que Paso Con Los Camarones Pues?

Mande a mis hermanos las semana pasada, una receta muy interesante que recibi de un grupo culinario de los varios a los que estoy subscrito. La combinación no podía fallar. Camarones con tomatillos y queso cotija, terminado al horno. Hice mis compras con anticipación, congele mis camarones y me prepare para el Domingo, pues el sabado teníamos el cumpleaños de Sean Ahern, sobrino de Lily que cumplió 2 lujosos años!. No contaba con Isidro...
Isidro, (perdí su foto, pero ya se la tomare de nuevo) nuestro cocinero en la cafetería aquí en la oficina, es Veracruzano, dicharachero, buen cocinero, trabajador, pero mas que nada, pescador. Usualmente se pierde en las noches de verano en los lagos aledaños, y otros nada cercanos, unos públicos y otros bien privados, a pescar. Este año ha pescado innumerables mojarras y basas, algunas de concurso y otras de multa. Lo agarraron con una que no llegaba al tamaño sartén certificado por El Viejo, pero mas que todo, es el terror de las jaibas!
Y como decia, llego el viernes con una bolsa conteniendo algo asi como 2 kilos de Jaibas. Ante esto, los planes tomaron un rumbo diferente, y los camarones siguieron su descanso en mi congelador, celosos de no ser ya el centro de mi atención, asi como si la Adelita se fuera con otro...

Y asi el domingo las saque a descongelar antes de irme a misa de 11... No es cierto, no he ido a misa de 11 desde que tenia 11, ni de ninguna otra hora, a menos que sea una boda, pero bueno, es que la frase sonaba bonito!

Les prepare un baño bien calientito con su sal y sus hojas de laurel y se ruborizaron todas al verse en la misma tina todas juntas, o puede ser el agua hirviendo, pero a partir de ese momento la casa entera olia a aromas de mar, como si unas cuantas jaibas hubieran logrado condensar las noches de luna en fogatas a la orilla, el sargazo pudriendose sobre la arena y la marea bajara exponiendo sus secretos de la orilla...

El trabajo que siguio solo pertenece a un recetario, labor que este blog a veces cumple pero no hoy. Los resultados son mas descriptivos con una foto, y el producto solo tiene un nombre que le hace honor: Chilpachole de Jaiba a la Veracruzana. Creanme jaibas, su sacrificio fue delicioso!  

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